Una vez que comenzamos a hablar del arte de nuestras ciudades españolas, ¡no hay quien nos pare! Así que, este artículo va dedicado a todos aquellos apasionados de esta manera de vivir e incluso de conocer nuestra historia y patrimonio.
Por esta misma razón queremos ofrecerte una visión profunda de la etapa artística que nos encontramos en el barrio gótico de la capital catalana. Sin embargo, no solo va destinada a las personas que se pueden deleitar con la modalidad artística, sino también con la histórica. ¡No hay nada mejor que conocer nuestra historia para predisponernos al futuro!
Muchas de las personas que han tenido la suerte de conocer el barrio gótico consideran que verlo es uno de los mejores planes Barcelona que puedes hacer.
Origen del barrio gótico
Para empezar, es necesario destacar la importancia de este núcleo urbano, considerado uno de los más antiguos de Barcelona y, por ende, uno de los más importantes.
¿Qué podíamos encontrarnos en el casco histórico de la ciudad antes de ser considerado Barrio Gótico? Pues anteriormente fue un dominio romano que data de los siglos 15-10 aC. Exactamente esta colonia, denominada Barcino, tuvo una notoria influencia sobre todo económica y comercial, siendo la envidia del resto de asentamientos del mar Mediterráneo.
La Catedral de Santa Eulalia
El templo cristiano es considerado uno de los mayores exponentes del arte gótico catalán, diferenciado del típico gótico francés.
La Catedral se construyó entre los siglos XIII y XV llegando a tardar en construirse alrededor de 150 años. Anteriormente a ella, podíamos encontramos con su predecesora: la catedral románica. De esta manera, se continuó con la tradición cristiana, dedicándose en este momento a la patrona de Barcelona, Santa Eulalia.
¿En qué se diferencia el gótico catalán del gótico francés? Pues básicamente en la verticalidad de este segundo frente al primero, que no busca una altura excesiva y la decoración tiende a ser sobria en vez de tan cargada como en el caso europeo.
Si quieres conocer más sobre este estilo artístico, esta parada será tu mayor imprescindible en este recorrido de ocio y turismo por el centro de la capital de Cataluña.
La Plaza Sant Jaume
No ha cambiado mucho su finalidad desde sus orígenes. En sus inicios ocupaba el entorno de la propia calle del Barcino, centro de la colonia romana que llevaba su nombre. Asimismo, siempre ha sido el espacio en el que se situaba el centro sociopolítico de la vida catalana, destacando edificios como el Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat, o bien en el pasado donde se encontraba el foro romano.
Además, esta plaza también es famosa por albergar fiestas, ceremonias y acontecimientos importantes para la sociedad y vida catalanas.
La Plaza del Rey del barrio gótico
¿Quieres respirar la vida medieval? Tiene solución fácil: plántate en este pequeño rincón que parece sacado de cualquier película de la época. En la glorieta podrás descubrir al Palacio Real Mayor, que impetuoso se levanta ante tus ojos, ¡con torre-mirador incluida! Antiguamente, ejercía la función de residencia para los condes catalanes, al menos hasta el siglo XV y es un edificio con alta dominancia del estilo gótico tanto en su estructura como en su interior.
Sin embargo, en la Plaça del Rei no es el único monumento medieval que nos podemos encontrar. A un lado del Palacio está situada la Capilla Real de Santa Ágata, edificada sobre la antigua muralla romana. Por otro lado, delante de este templo se encuentra el Palacio del Lugarteniente que data del siglo XVI en el que destaca especialmente su patio de carácter renacentista; siendo en la actualidad utilizado como Archivo de la Corona de Aragón.
Para terminar, podemos ver los restos romanos que se conservan en el Museo de la Historia de la Ciudad en la Casa Clariana-Padellàs, ¡no puede haber mejor broche final!