Playa de la Concha: un recorrido por una de las mejores playas del mundo

 

La Playa de la Concha de San Sebastián no necesita de ninguna presentación. Sus arenas son las más famosas de España y es indudablemente una de las mejores playas del mundo.

Situada al oeste de donde desemboca el río Urumea, tiene una longitud de unos 1400 metros y una anchura de unos 40 metros, de poca profundidad y sustrato arenoso.

Con un masivo uso de bañistas, desde el año 2007 es considerada uno de los Doce Tesoros de España, junto a la Mezquita de Córdoba, La Alhambra, las Cuevas de Altamira y otros monumentos histórico-artísticos de nuestro país. La Concha es más que una playa, es una seña de identidad donostiarra, vasca y española.

En sus arenas ha tomado el sol la realeza, nobleza y alta burguesía de España y Europa desde el siglo XIX y las más rutilantes estrellas del celuloide y del mundo del espectáculo desde que empezó a celebrarse el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián, en el ya lejano 1953.

La Concha es puro glamour, solera y distinción, la auténtica Rolls Royce de las playas.

¿Por qué es tan admirada la Playa de la Concha?

Es lo que tiene ser una perla dentro de otra perla. La Concha es hermosa porque está en el marco incomparable de la capital donostiarra, ciudad cuyo paisaje está dominado por la propia bahía de la Concha y cuyo desarrollo urbanístico se dio lugar en la segunda mitad del siglo XIX, con un señorial y elegante estilo aburguesado y francés.

Donostia nunca sufrió los atentados urbanísticos que se perpetraron durante el desarrollismo español de los años 60 y 70 y que tanto horror estético ha dejado en algunas de sus costas.

Elementos arquitectónicos de la Concha

Los elementos arquitectónicos de la Playa de la Concha son otro de sus inconfundibles atractivos. Su famosa barandilla, diseñada por Juan Rafael Alday hace más de 100 años, es uno de los símbolos de la ciudad; y otro tanto se puede decir de sus icónicas farolas: de dimensiones enormes, sus brazos engarzados en postes de formas onduladas y redondas pantallas aportan una tenue y mágica luz que aumenta aún más el encanto, si es posible, de este privilegiado enclave cuando cae el sol.

Desde la misma playa puedes sentirte como un auténtico rey admirando la elegancia infinita de edificios emblemáticos de San Sebastián como el Palacio Miramar, el Hotel de Londres o el Balneario de la Perla, que funciona en la actualidad como centro de talasoterapia.

Definitivamente, la Concha se merece llevar bañador de etiqueta.

Oferta gastronómica de la Concha

La cocina vasca tampoco necesita de ninguna presentación. Posiblemente sea la más admirada y respetada de España. Si hay algún sitio en el que no haya algún restaurante vasco posiblemente sea porque aún no ha llegado la civilización.

Encontrar un chef donostiarra que cocine mal es tan complicado como cazar gamusinos, así que la oferta de restaurantes de la Concha es excelente de cabo a rabo. Por mencionar algunos: el Bokado, La Perla y el Narru.

Por último, cuando visites la Concha de San Sebastián no dejes de visitar la Isla de Santa Clara, en el centro de la bahía. Es como la aceituna de un Martini de James Bond: pura clase.