El Teide, mucho más que un volcán

Mucha gente que hace turismo en España, escoge las islas Canarias como principal destino, y sí, es cierto que son un perfecto paraíso de playa y sol, pero la verdad es que hay mucho más detrás de todo eso. En Vipealo somos muy curiosos, por eso hemos investigado un poco para averiguar la historia que esconde el majestuoso Teide, ¿quieres saberla? ¡Pues sigue leyendo!

¡Comenzamos!

¿Sabías que en Las Cañadas se encuentra el registro más importante del hombre en Tenerife? Esto se debe a que hay muchos yacimientos arqueológicos de gran valor en esa zona. Para enterarnos bien de por qué ocurre esto, debemos remontarnos al pasado, cuando los guanches habitaban la isla. 

Los guanches

Guanches es el nombre con el que se conocen las primeras tribus aborígenes que vivieron en la isla hasta la conquista castellana de 1946. Se asentaron en el Teide y Las Cañadas no solo para establecer allí su lugar espiritual, sino también porque era una zona que ayudaba a su supervivencia en determinadas estaciones del año. Tanto es así que, en la época veraniega, se juntaban en este territorio pastores de cualquier parte de la isla con sus ganados para aprovechar los pastos de alta montaña.

Leyendas del Teide

El Teide tal y como lo conocemos no siempre se llamó así, los guanches lo bautizaron con el nombre de “Echeyde” que venía a significar “morada de Guyota, el Maligno”. Según la leyenda, el dios Sol Magec fue secuestrado por Guayota y llevado al interior del volcán. Esto provocó que la isla se quedara en completa oscuridad, obligando al pueblo indígena a pedir ayuda a su dios Achamán. La deidad, no sin esfuerzo, consiguió vencer al Maligno taponando su boca y liberando el sol que volvió a inundar de luz Tenerife. Se cuenta que el último cono que adorna el Teide, comúnmente conocido como Pan de Azúcar, es el tapón que le puso Achamán a su enemigo. 

Pero no es esta la única leyenda que ha llegado hasta nosotros. Si nos remontamos al relato que Fernando Colón escribió en su libro “Historia del Almirante”, la tripulación de las carabelas un 24 de agosto de 1492, al pasar por la zona de Tenerife en su rumbo a América, aseguraron ver llamaradas salir de la montaña más alta del conjunto de islas. 

Historia del Volcán

Lo que sí sabemos es que en 1798 se desarrolló la última erupción que se conoce, dentro de los límites del Parque Nacional. Fenómeno que provocó la formación de las conocidas “Narices del Teide”. Ni más ni menos que 12  Millones de metros cúbicos de lava fueron expulsados, durante tres meses, por una grieta en dirección noroeste-suroeste. 

Hoy en día podemos decir que, a pesar de ser un volcán aparentemente dormido, sigue infundiendo temor y respeto a las personas que se atreven a visitarlo. Y aunque la posibilidad de que erupcione de nuevo es muy remota, el Teide no está considerado un volcán extinguido aún. Todavía podemos verlo en el centro del Parque Nacional impasible al turbulento clima que domina la zona. 

Origen geológico del Teide

Para finalizar, no podemos dejar que te vayas sin saber cómo se ha creado este majestuoso elemento natural. El Teide es un volcán formado por la superposición de erupciones que han ido sucediéndose a lo largo de la historia en el lugar donde se encuentra. A pesar de que su nombre es en singular, para ser fieles a su origen deberíamos referirnos a él como complejo central de Tenerife, ya que su formación incluye otros volcanes entre los que destacan: el Teide, Montaña Blanca, Pico Viejo, Pico Cabras y Roques Blancos. 

Según los geólogos, el Teide y el Pico Viejo se comenzaron a formar hace cerca de 180.000 años tras la última fase de la creación de la caldera de las Cañadas. Con el paso del tiempo, ambos volcanes han tenido una actividad alterna que ha llegado a simultanear sus erupciones. Hoy en día, medido desde el fondo oceánico, el Teide es el tercer volcán más grande del mundo.