Cudillero: el pueblo de las casitas de colores

 

Si has tomado la decisión de encontrar el pueblo más bonito de España, hoy vamos a ponértelo muy fácil: Cudillero, en Asturias, es probablemente el municipio con mayor atractivo de todo el país.

Esta localidad asturiana es una villa marinera, como decenas más que hay a lo largo y ancho de nuestra geografía. ¿Por qué entonces es tan especial? Son varios los motivos que hacen de Cudillero uno de los sitios con más encanto que hayas visitado dentro de nuestras fronteras. Y estas son algunas de ellas.

La paleta de colores

Uno de los atractivos más curiosos de este poblado marinero es el amplio abanico de colores que luce en sus edificaciones. Y es que Cudillero es conocido como el pueblo de Asturias de las casas de colores. Decenas de casitas de distintos tonos se acumulan en la cordillera de un monte y muy cerca del mar, lo que ofrece una postal pintoresca y especialmente llamativa.

De inmediato, pensarás que estás dentro de un cuento, pues esas casitas son lo más parecido a lo que hemos imaginado desde niños que son los hogares de Capertucita, Hansel y Grettel, o Blancanieves.

Verde, azul, marrón, el dorado del ocaso… La Plaza de la Marina parece imaginada por un pintor amante de los colores. A todo eso debes sumarle la maravilla de tener el Atlántico a pocos metros y el cuadro se construye solo.

Una visita al faro y otra a la Atalaya

De todos los rincones de este precioso municipio, y por supuesto tras tomar un refrigerio en la Plaza de la Marina, te aconsejamos no perderte las vistas que el faro de la localidad ofrece. Situado justo al borde de un acantilado, su entorno pone a tu disposición las mejores vistas del litoral de Asturias.

Si bien es cierto que su interior no es visitable, las viviendas de los fareros sí que han sido remodeladas y actualmente se ofrecen como alojamiento turístico, con lo que puede convertirse en una verdadera opción para disfrutar de Cudillero lejos del mundanal ruido.

Tampoco debes dejar de pasar por la Atalaya, un pequeño núcleo de población que se configura como un verdadero pueblo de la Asturias rural, con lo que podrás conocer cómo es la arquitectura tradicional de la zona, disfrutar de la visión de los hórreos y admirar el trabajo en cultivos y huertas.

El curadillo

Otra de las particularidades de Cudillero es el curadillo. No, no es ningún juego de palabras: el curadillo es uno de los emblemas culinarios de la localidad. Se trata de un pequeño tiburón llamado gata que históricamente servía de alimento a los marineros de la zona.

Su elaboración es sencilla: se deja secar al sol y al viento durante cuatro meses, lo que se convierte en una exquisitez que antaño llegaron a poder permitirse solo las familias más pudientes.

Afortunadamente, hoy día son muchos los restaurantes de la zona que lo sirven, así que si no quieres perderte esta delicia, piensa en una ruta de locales por los que probar las distintas preparaciones en tu visita al pueblo asturiano de las casas de colores: Cudillero.