Que puedes encontrar en el Mercado de San Miguel

 

Ubicado en la plaza homónima, en los aledaños de la Plaza Mayor de Madrid, el Mercado de San Miguel ocupa una superficie de 1200 metros cuadrados y está dividido en dos plantas. Tiene como principal característica arquitectónica una estructura de hierro que conserva desde su construcción en los albores del siglo XX.

El Mercado de San Miguel de Madrid recibe anualmente alrededor de 10 millones de visitantes, y está considerado como un auténtico templo de la gastronomía. En su interior podrás disfrutar de los productos más frescos y de mayor calidad procedentes de toda la geografía española: mariscos gallegos, arroces levantinos, quesos asturianos, castellanos y vascos, vinos con las mejores denominaciones de origen y todo lo que pueble los sueños de cualquier buen gourmet.

Historia del Mercado de San Miguel

En el lugar donde se ubica se levantaba la Iglesia de San Miguel de Octoes desde el siglo XIII. En 1790 un incendio destruyó la parroquia, cuyas ruinas fueron demolidas en 1809 por orden del entonces rey José Bonaparte, transformándose en una plaza pública en la que se estableció un mercadillo abierto.

Para el año 1847 los mercados al aire libre albergaban más de 200 puntos de venta. La enorme proliferación de tenderetes y de público llegó a interferir en el tráfico peatonal y de carruajes, por lo que el ayuntamiento madrileño ordenó la construcción de mercados cerrados que regularan de alguna forma la situación.

A finales del siglo XIX ya existían en Madrid cuatro mercados cubiertos, todos construidos sobre estructuras de hierro: Los Monteses, Chamberí, La Paz y La Cebada. Estos nuevos mercados no llegaron a cubrir las necesidades de una ciudad en plena expansión, por lo que se hicieron necesarias nuevas construcciones.

En 1916 se inauguró el Mercado de San Miguel, cuyo precio superó las 300 000 pesetas, una auténtica fortuna para la época.

Tras décadas en las que fue uno de los mercados de abastos de mayor importancia de la capital de España, su actividad fue decayendo paulatinamente al no poder competir con otros supermercados y centros comerciales más modernos. En 1999 la Comunidad de Madrid invirtió 150 millones de pesetas en su remodelación, pero no frenó su decadencia, ya al poco tiempo dejó de funcionar como mercado de abastos.

El Mercado de San Miguel en la actualidad

El Mercado de San Miguel es la única construcción representante de la arquitectura del hierro que queda en Madrid. En 2003 fue adquirido por la sociedad privada El Gastrónomo de San Miguel, que transformó completamente el edificio habilitándolo como un centro gastronómico al estilo de La Boquería de Barcelona.

Reabrió sus puertas en 2009, y desde entonces en sus instalaciones puedes disfrutar de los más variados puestos de comida, bares, heladerías y food carts, con un gran número de degustaciones gastronómicas y catas de vino.

El Mercado de San Miguel de Madrid es hoy una parte fundamental de la oferta cultural y de ocio de la capital del Reino.

Otros mercados gastronómicos en el centro de Madrid

Aunque el Mercado de San Miguel es el más famoso, otros céntricos mercados gastronómicos madrileños no desmerecen en calidad:

  • Mercado de San Antón. En el barrio de Chueca, es el más moderno de los mercados, ofreciendo una amplia variedad de productos, desde los más tradicionales y básicos hasta los más modernos y delicatessen. Desde la terraza de su azotea hay unas magníficas vistas.
  • Mercado de San Ildefonso. Para comer in situ o para comprar comida para llevar, sus diferentes plantas son un lugar ideal para tapear o tomarse unos cocktails.
  • Platea Madrid. En la calle Goya, en pleno barrio de Salamanca, cuenta con cinco plantas y una capacidad para mil personas. También tiene escenario para actuaciones musicales.
  • Mercado de Moncloa. En la calle Arcipreste de Hita, en el castizo barrio de Chamberí, organiza una gran variedad de eventos como fiestas, talleres, exposiciones, presentaciones de libros y conciertos. Su terraza tiene una de las mejores vistas de todo Madrid.
  • El Huerto de Lucas. También el barrio de chueca, está especializado en comida orgánica de la máxima calidad.