Si algo caracteriza a la cornisa cantábrica es la belleza incomparable de sus montañas, bosques y verdes prados y la exquisitez de sus diferentes cocinas regionales. Desde los territorios limítrofes con Francia del País Vasco hasta las costas gallegas donde chocan las corrientes marinas del Atlántico y el Cantábrico, el norte de España es un auténtico goce para los sentidos. Y algunos de los parajes que provocan un mayor deleite se encuentran en algunos pueblos de Cantabria.
Hagamos un pequeño recorrido por algunos pueblos de Cantabria con encanto que no deberías dejar de visitar si necesitas aire puro, hermosas vistas y, por qué no decirlo, de un buen homenaje gastronómico.
Ampuero
Capital del Asón, río salmonero donde anualmente se reúnen pescadores de todas las procedencias en busca del primer salmón de la temporada, el mítico Campanu.
Con un pintoresco urbanismo, en el que conviven casas de galerías acristaladas y balcones corridos con casona de influencia indiana, son muy conocidos los encierros taurinos que se celebran a principios del mes de septiembre.
Entre su rica gastronomía destacan las angulas, el queso de Las Garmillas y, por supuesto, el salmón.
Entre sus muchos y excelentes restaurantes, destacaremos el Restaurante Solana, que en el MadridFusión 2017 consiguió que sus croquetas fueran declaradas las mejores del mundo. Poco más que añadir.
Arce
Entre Torrelavega y Santander, Arce pertenece al municipio de Piélagos. Es famoso por el puente de piedra del mismo nombre que fue construido en el siglo XVI y que es una visita cultural obligada para todo visitante de Cantabria.
Entre sus restaurantes es un clásico entre los muchos gourmets cántabros El Nuevo Molino, con una cocina de vocación global, una excelente bodega y unas especialidades de ensaladas de salmón rojo y cochinillo asado que quitan el hipo.
Oruña
En el mismo municipio de Piélagos (hay que apuntar el nombre para no olvidarlo), es un enclave precioso en el que ellitoral de Liencres es uno de sus grandes atractivos. Destaca la gran riqueza arqueológica de la zona.
Entre sus restaurantes destacaremos por su belleza arquitectónica y la excelente carta del chef Gustavo Pérez, llena de tradición, el Restaurante El Hostal.
Esta elegante casona cántabra cuenta con una terraza que invita a alargar las sobremesas hasta la siguiente comida.
Noja
Ubicado entre la Punta del Brusco y la ría de Quejo, es uno de los pueblos de Cantabria con playa más turísticos de la región por el marco incomparable de su entorno, estando el pueblo integrado en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja. Cuenta además con interesantes edificios de arquitectura civil como la Casona de Garnica y la Casa-Palacio de los Venero.
Es famoso el marisco de Noja, especialmente sus nécoras.
No es menor el atractivo de su oferta gastronómica, entre la que destacaremos el Restaurante Sambal, situado en el campo de golf de la localidad. Con unos excelentes productos de mar, no podía ser de otra manera, sus especialidades son los mariscos y las algas. Sus menús degustación son escandalosamente baratos.
Ramales de la Victoria
Localidad bañada por el río Asón, entre sus atractivos las casonas de indianos, su arquitectura popular y, especialmente, sus cuevas con pinturas rupestres.
La rica gastronomía local destaca por el salmón, las truchas y el queso de nata.
El Restaurante Ronquillo es uno de los más aconsejables, con una cocina que combina tradición y modernidad.
Y así podríamos seguir hasta mañana. Comer en los pueblos de Cantabria es una experiencia que no puedes posponer.