Como buenos entusiastas del arte y de la cultura que somos desde Vipealo, hoy nos hemos propuesto ofrecerte una nueva alternativa y lo lamentamos, pero… no tiene nada que ver con un concierto indie en la mejor terracita de Madrid. ¡Así que ponte la mascarilla y acompáñanos en este viaje al Museo del Prado!
Orígenes del Museo del Prado
Tenemos que acudir a finales del siglo XVIII, al año a 1785. En este año, Carlos III quiso construir un edificio destinado a ser el Gabinete de Ciencias Naturales a manos del arquitecto Juan de Villanueva.
Desgraciadamente, Carlos III no puede ver terminada la obra de Villanueva debido a su fallecimiento tres años más tarde. Por esta misma razón las obras se continuaron bajo el mandato de Carlos IV, sufriendo un parón en 1808, año en el que las tropas napoleónicas atacaron Madrid e hicieron de este edificio el cuartel del ejército francés. Pero no todo estaba perdido, gracias a la vuelta al trono del hijo de Carlos IV, Fernando VII a la corona española, se vuelven a reanudar las obras del edificio hasta que se inaugura en 1819 bajo la denominación del Museo Real de Pinturas y Esculturas.
A partir de este momento, el museo vuelve recibir dos cambios de nombre: El Museo Nacional de Pintura y finalmente, en 1920, el Museo Nacional del Prado. En el año de apertura, es decir, 1819, la galería ya contaba con más de trescientas pinturas, aunque en sus almacenes ya se estaban empezando a llenar con más de 1.500 obras de arte procedente de todo los Reales Sitios del Patrimonio español.
La Colección del Museo del Prado
Seguramente al leer esto te estés preguntando, ¿cómo es posible que la monarquía tuviera una colección tan extensa? La Colección Real principal nació en el siglo XVI gracias a los intereses de Carlos V y fueron enriqueciéndose a lo largo de los años con el resto de reyes españoles hasta llegar a los Borbones.
En sus principios, no se pensaba que se fuera a incrementar tanto la colección del Museo, ni tampoco que se convirtiese en lo que es en la actualidad, uno de los museos más visitados en España. Por esta misma razón, se ha visto obligado a sufrir varias remodelaciones en los siglos XIX y XX, llegando a agotar sus posibilidades de expansión. Pero esto no quiere decir que no se pudiera ampliar en un edificio colindante al Museo, tal y como se ha hecho, estando conectados ambos edificios por el interior.
Desde Vipealo Madrid te recomendamos acudir a este centro neurálgico del arte español. Además, si estás deseoso de ver sus obras más relevantes como El Jardín de las Delicias de El Bosco, Las Meninas de Velázquez o Las Tres Gracias de Rubens. ¡No te lo puedes perder! Por eso te queremos animar a adquirir cuanto antes las entradas Museo del Prado y disfrutes de este placer para la vista.