Ubicado en la provincia de Teruel, no hay guía de viajes que no incluya a Albarracín como uno de los pueblos más bonitos de España. El pueblo está catalogado desde 1961 como Monumento Nacional, y desde 1996 posee la Medalla de oro al mérito en las Bellas Artes. Es una auténtica obra de arte en sí mismo.
Rodeado por el río Guadalaviar, se enmarca en un paraje de singular belleza, con los Montes Universales al Sur y la espectacular Sierra de Albarracín al norte.
Muy cerca del pueblo nacen los ríos Jiloca, Cabriel, Júcar, Tajo y el ya mencionado Guadalaviar, que ofrecen unas extraordinariasrutas de senderismo fluvial a cualquier amante de la mochila. Buena parte de su territorio pertenece al Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno, de una belleza sin par.
Con sus calles estrechas y empinadas y sus casas colgadas, Albarracín ofrece una de las vistas más pintorescas de la geografía nacional, un lugar de obligada visita si se quiere presumir de conocer las tierras de España.
Qué ver en Albarracín
Caminar por sus calles ya es toda una experiencia que te traslada a tiempos preindustriales. Es todo un placer contemplar suscasas de irregulares muros de yeso de color rojizo, con forja y madera tallada presente en ventanas, balcones y tiradores.
Algunos de los lugares que no debes dejar de visitar son el Palacio Episcopal, situado en la calle de la Catedral, la estrechísimacalle Azagra, donde los edificios a ambos lados parecen tocarse, y la Plaza Mayor, máximo exponente de la arquitectura de Albarracín.
Desde la Torre de Doña Blanca tendrás unas impresionantes vistas de la Sierra de Albarracín y del propio pueblo, con sus Murallas, la Torre del Andador y la Catedral del Salvador como algunos de sus más relevantes monumentos.
Muy importante también es su arquitectura civil, entre la que destacan las casas de Pérez y Toyuela, de los Monterde y de la Julianeta.
Dónde comer en Albarracín
Albarracín no sólo cuenta con una inigualable belleza natural, urbanística y arquitectónica, también es un excelente lugar para ir a comer con familia o amigos, contando con una excelente tradición gastronómica y una variada y de gran calidad oferta de restaurantes.
Algunos de los productos típicos de la tierra son el queso de Albarracín, las setas de la sierra y los productos de caza.
Uno de los platos estrellas de esta bella localidad aragonesa es el guiso de toro, plato típico en sus fiestas populares.
Entre sus restaurantes destacan el Alcazaba, la Despensa de Tusta y El Roso.
El tiempo en Albarracín
A diferencia de los destinos turísticos de sol y playa, Albarracín es un lugar que puedes visitar tanto en las estaciones frías como en las cálidas, pudiendo disfrutar igualmente de todos sus atractivos. Con un clima continental, en los invierno rasca el frío y en verano pega el sol, pero eso no supone ningún problema llevado la ropa adecuada.
Durante el otoño, si eres amante de las setas, no encontrarás mejor zona para recoger unas cuantas o incluso para darte un buen homenaje en algún restaurante del pueblo. Incluso puedes tener suerte y ver algún ciervo, algo cada vez más complicado en nuestro mundo moderno, ya que es la época de la berrea.
En invierno el paisaje nevado es digno de postal, con sus cascadas de nieve y sus ríos helados. No te preocupes por el frío, Albarracín cuenta con un gran número de casas y alojamientos rurales con chimenea, en los que te sentirás como Michael Landon en “La casa de la pradera”.
En primavera el paisaje se embellece con sus flores y mariposas, y con unos atardeceres que parecen óleos; pero no te confíes con el sol: al caer la noche el frío sigue rascando.
El verano te permitirá realizar todas las actividades propias de las zonas rurales: senderismo, ciclismo, escalada, pesca… todo en el incomparable marco de uno de los pueblos más bellos de España.