Arcos de la Frontera y el encanto de su castillo

 

Uno de las localidades más interesantes de la zona de Andalucía oriental para hacer turismo rural es sin duda Arcos de la Frontera. Los motivos son varios y, para convencerte debidamente, te los exponemos a continuación.

Su ubicación

El primero, su excelente ubicación entre Cádiz y Sevilla y entre los parques naturales de Grazalema y Doñana, que garantizan escapadas naturales para hacer todo tipo de actividades al aire libre así como disfrutar de increíbles vistas y paisajes. Además, se encuentra muy cerca de otras localidades cuya visita es muy recomendable, como Grazalema, Olvera o Zahara de la Sierra, que a menudo aparecen mencionadas en prensa y blogs de viajes entre los pueblos más bonitos de Andalucía y que no dejan indiferentes a sus visitantes. También se encuentra cerca del Lago de Arcos, en donde se pueden realizar diferentes deportes náuticos.

Por último, en cuanto a lo que es el pueblo en sí, está ubicado en una posición estratégica en un rocoso y frondoso cerro sobre el río Guadalete que llamó la atención de distintas civilizaciones que tuvieron presencia en la localidad, como los romanos, que llegaron a llamar a la localidad Arx-Arcis (fortaleza en las alturas), o los musulmanes, que la moldearon y le dieron una forma que ha llegado hasta nuestros días.

Su papel de anfitrión de los Pueblos Blancos

Uno de los principales atractivos de Cádiz son sus Pueblos Blancos, considerados de los más bonitos de España. Su belleza hace que, cada año, miles de turistas se decidan a hacer una ruta (o road trip, que dicen muchos ahora) para visitar todas o varias de estas características localidades gaditanas. Pues bien, en el itinerario, Arcos de la Frontera suele ser la primera de las 19 paradas —otro punto más que sumaría para su excelente ubicación—, y ya te anticipamos que no defrauda: tiene todos los encantos que atesoran estas localidades, como su blanqueza inmaculada, sus estrechas calles de herencia musulmana, su contraste con su llamativa orografía o sus casas tradicionales con ventanas y patios decorados con pintorescas plantas.

Su atractiva historia

Como ya se ha comentado, se conoce que Arcos de la Frontera fue asentamiento romano (bautizado como Arx-Arcis) y, posteriormente ciudad musulmana (los musulmanes la llamaron Arkos), llegando a prosperar hasta el punto de convertirse en un pequeño reino Taifa en la época en la que gobernaba Ben Jazrum, rey musulmán de origen bereber. Fue en esta época cuando la ciudad se fortificó con murallas y cuando se llevó a cabo el trazado de las calles que han perdurado hasta nuestros días. Además, también se han encontrado piezas que vinculan el lugar con los tartesos, una de las civilizaciones más místicas de la antigüedad.

Otra de las etapas más interesantes de la localidad es la medieval. Precisamente esta época dejó varios monumentos de origen mudéjar dignos de ser visitados, como la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción o el Palacio del Conde del Águila. También es muy recomendable visitar la plaza del Cabildo, en donde además de la basílica, se puede disfrutar de otros puntos de interés como el Castillo Ducal, el Convento de las Mercedarias Descalzas (el único de clausura que ha quedado en la zona) y el Parador Nacional.

Por su castillo

Junto con los monumentos ya mencionados, uno que merece especial mención es el castillo de Arcos de la Frontera, declarado Bien de Interés Cultural, con el que se asocian un gran número de leyendas medievales, como la que cuenta cómo los cristianos, liderados por Alfonso X, conquistaron el castillo valiéndose de un pasadizo oculto que lo conectaba con el Guadalete. La leyenda dice que este pasadizo era utilizado por una bella musulmana para bajar a bañarse en las aguas del río. Además de sus leyendas, que merecen ser escuchadas —la mencionada es solo una de las muchas que se cuentan—, el castillo ofrece unas vistas espectaculares de la zona que harán las delicias de los fotógrafos y amantes de los paisajes andaluces.

Como no puede ser de otra manera, el castillo de Arcos de la Frontera también está vinculado a la historia de la localidad. Se considera que el castillo comenzó como un primitivo alcázar militar que fue evolucionando durante la ocupación cristiana en los siglos XIV y XV. Actualmente cuenta con tres torres y su interior se distribuye en torno a un patio interior de grandes dimensiones. Su estado de conservación es aceptable, aunque hay que tener en cuenta que se vio afectado por el terremoto de Lisboa de 1755, que afectó a numerosos monumentos de la península, y que provocó la caída de una de las paredes del castillo.

Por su gastronomía

No podemos dejar de mencionar este punto, puesto que Arcos de la Frontera es un sitio ideal para disfrutar de la gastronomía típica gaditana. Destacan sus bollos de Semana Santa, así como sus potajes y guisos a base de garbanzos o berza, o la tradicional alboronía, de origen andalusí. También destacan sus bodegas de vinos, consideradas pioneras en la región, que producen vinos propios, tintos y blancos, de reconocida fama nacional e internacional. Destacan sobre todo los tintos, que fueron de los primeros en embotellarse en la comunidad autónoma de Andalucía.

Para disfrutar de estos y otros manjares, recomendamos restaurantes como La Parrilla de Regantío, el restaurante Aljibe, el gastrobar el Retablo o el restaurante del Parador de Arcos de la Frontera.

¿A qué estás esperando?

Como ves, Arcos de la Frontera es una parada obligatoria en la provincia de Cádiz. Si te decides a visitar esta localidad, te recomendamos que te dejes caer por su oficina de turismo (ubicada en la calle Cuesta de Belén, 5). El acceso a la localidad es sencillo, pues está bien comunicada con Jerez de la Frontera (autovía A-382) y Sevilla (autopista A-4 o comarcal A-393, Espera-Cruce de la Cabezas-Sevilla). También conecta con la A-372 como puerta de acceso a la Ruta de los Pueblos Blancos.

Recuerda también que hay líneas regulares de autobuses que unen Arcos de la Frontera con otros pueblos y localidades de la provincia, así como con Sevilla y Málaga. Además, la vecina ciudad de Jerez de la Frontera cuenta con aeropuerto y estación de tren.

No lo dudes, visita Arcos de la Frontera y graba un recuerdo inolvidable en tu memoria.