Juego de Tronos es ya una de las series más míticas de la historia, con millones de fans a nivel mundial. Parte de su éxito se lo debe a unas localizaciones especialmente bien elegidas a lo largo y ancho de todo el mundo. Pero ¿sabías que Juego de Tronos y Girona están muy unidas?
Sam es uno de los personajes a los que más cariño se le coge, por eso voy a empezar este particular recorrido por los lugares en los que se han desarrollado alguna de sus escenas más importantes.
Para convertirse en maestre, Sam tuvo que viajar hasta la Biblioteca Antigua y da la casualidad de que dicha ubicación es, ni más ni menos, que el Monasterio de Sant Pere de Galligants, que ahora es el Museo de Arquitectura de Cataluña.
¿Cómo no recordar el discurso del Gorrión Supremo? Si te das una vuelta por la Catedral de Girona te vas a dar cuenta que aunque nunca hayas estado allí te suena de algo. Este edificio es ni más ni menos que el Gran Septo.
La escena a la que me refiero, que acaba con el famoso paseo de Cersei, se grabó en dos localizaciones diferentes. El discurso en Girona y el paseo en Dubrovnik.
Justo al comenzar la sexta temporada, Arya se encuentra en Braavos pidiendo ayuda. Lo hace desde la calle del Bisbe Josep Cartaña, a la que apenas se le hicieron algunos cambios para aparecer en escena.
En la misma temporada, pero unos capítulos más adelante, Arya acude a una plaza de Braavos a ver una obra de teatro. Esta plaza no es ni más ni menos que la Plaça dels Jurats.
Y si lo que quieres es visitar el mercado en el que nuestra protagonista buscaba un billete de barco, tendrás que darte una vuelta por el Passeig Arqueològic. La localización exacta es el paseo de la Reina Joana.
Y todavía hay más, a lo largo de la sexta temporada también podemos ver diferentes zonas del casco antiguo de Girona como los Baños Árabes y la Pujada de Sant Domènech.
¿Conocías esta estrecha relación entre Juego de Tronos y Girona? A mí todavía me sorprende la gran cantidad de rincones de esta bella ciudad que nos podemos encontrar en la serie de HBO.
Te recomiendo que cargues bien el móvil o la cámara de fotos y disfrutes de la experiencia. Y si al final de la ruta te ha entrado hambre, acércate hasta la heladería Rocambolesc en Carrer de Santa Clara, te puedes comer la mano de Jaime Lannister. Es un helado de naranja y mango cubierto de manteca de cacao y polvo dorado. ¡No te asustes con su interior rojo!
Así que ya lo sabes, si te gusta Juego de Tronos ahora tienes la excusa perfecta para visitar Girona y conocer algunos de sus rincones más espectaculares. Piérdete en la belleza de esta ciudad,te aseguro que vas a querer volver.
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